Audrey Hepburn (1929–1993) fue una actriz anglo-belga, conocida por ser la primera actriz que impuso la tendencia del look casual en vez del glamour (fue la pionera de las "muchachas no divas" que son toda una pauta de nuestra época); sin embargo su innovación, su pre-figuración de la espontaneidad juvenil, la "Cara de Angel" con su frescura que lucía en pantalla y su forma de vestir que impuso estilos y modas la transformaron en la perspectiva histórica del Cine como otro de los Mitos del Séptimo Arte. Además Audrey es también reconocida por ser bailarina, modelo y por sus abundantes acciones humanitarias.
Al igual que en sus películas, en la vida real, Audrey siempre prefirió los vestidos de corte recto monocromáticos con toques delicados, como tules, tafetanes o rasos. Los míticos anteojos Ray-Ban Wayfarer o las gafas oscuras tipo Jackie Keneddy, eran un infaltable accesorio, Los sweater de cuello alto y los pantalones capri con zapatos planos se trasformaron en uno de sus sellos de “look casual”.
Su interpretación de Holly Golightly en Desayuno con diamantes (1961) se convirtió en un icono del cine americano. El elegante vestuario que usó en la película estaba diseñado por Givenchy. Además, se puso mechas rubias en el pelo, look que también conservó fuera de la pantalla.
Fue en 1953 que el creador de alta costura y la actriz se conocieron. Givenchy pensó, cuando le avisaron “Miss Hepburn está aquí“, que era Katharine Hepburn, su ídolo, a quien iba a encontrarse en sus salones. Sin embargo fue una jovencita con bailarinas, camiseta, pantalón pirata en Vichy blanco y rosa, tocada con un canotier, la que se presentó delante de él. Hasta entonces, Givenchy nunca había oído hablar de Audrey. Numerosas imitadoras en el mundo del cine y de la moda intentan contagiarse de ese algo especial que solo ella sabía transmitir. Quizás su secreto no estaba tanto en sus vestidos, sino más bien, y como dice su hijo en el libro dedicado a ella, en que fue una mujer que siempre hizo lo que quiso.
No era únicamente espléndida en las alfombras rojas de las galas o en las grandes fiestas, también era exquisita en su look de calle.
Al inicio del film Holly desayuna un café y un bollo delante de la conocida joyería Tiffany’s de la 5ª Avenida de Nueva York. Mientras lo hace, luce el espectacular vestido de satén negro diseñado por Givenchy, llamado ‘La petite robe noir’, que la actriz eligió de su colección en 1961. Según la actriz: "Givenchy me dio una mirada, una especie, una silueta." “El siempre ha sido el mejor, porque siguió el estilo de repuesto que me encanta. ¿Qué es más bello que una funda simple hecho de una manera extraordinaria en un tejido especial, y sólo con dos pendientes?”
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